Taller fotográfico: Discursos hegemónicos y contra hegemonía visual, en el Tianguis El Salado.
Este recorrido en uno de los tianguis más grandes de la Ciudad de México, fue una experiencia muy especial. Muchas gracias a la generosa gente del Colectivo Casa Click por hacer esto posible.
Vivimos una época en la que se habla de una democratización de la fotografía gracias a la tecnología. Lo que ha sucedido en los últimos años con la aparición de la llamada fotografía móvil (el hecho de que ahora los teléfonos tomen fotos) y el surgimiento y proliferación planetaria de las redes sociales, ha transformado a la fotografía por completo.
Desde las selfies hasta la adicción por los likes y la compulsión por registrar y compartir cada momento de nuestra vida en las redes sociales, han creado una suerte de hegemonía visual en la que convergen la maquinaria publicitaria y mercadológica del capitalismo y una paradójica y creciente situación de isolación individual, en medio de una hiperconectividad global.
El día que recorrí El Salado, el espacio entre mi ojo y la cámara se volvió un lugar de intensa reflexión.
Cada captura disparaba preguntas sobre el sentido de crear imágenes, del propósito y el objetivo de captar momentos, de conservar instantes de la actividad en torno a mí.
El movimiento de llevar mi cámara frente a mi cara comenzó a parecerse al de un actor que usa intermitentemente una máscara.
Mientras caminaba, habilitado por mis privilegios y operando un artefacto que se tornaba en paradoja, cientos de personas frente a mí desplegaban una incesante actividad cuyo principal objetivo era generar las condiciones de su supervivencia.
El carácter paradójico que adquirió la operación de mi cámara, puede articularse así:
Frente a mí apareció un rostro del capitalismo que no veo frecuentemente, mirándome de regreso y desafiando mi presencia, cuestionándola.
Mi máscara de fotógrafo me alejaba y acercaba al mismo tiempo de esa gente que a veces no me veía, pero muchas veces me encaraba, incluso agresivamente.
-¿Por qué estás tomando fotos? ¿Para qué? No quiero que me tomes fotos.
-Soy estudiante de fotografía.
¿Qué es lo que aparece ante el espectador en una fotografía? ¿Quién toma en última instancia la foto?
¿Dónde radica la dignidad de las personas y cómo podemos identificar cuando una fotografía cosifica y simplifica la realidad al grado de lo que algunos llaman la porno-pobreza? ¿Cómo puede una fotografía dignificar o denigrar?
¿Cómo puedo visibilizar lo cruento que puede ser el capitalismo y el esfuerzo cotidiano de la gente por sobrevivir y vivir en medio de tantas dificultades?
Miré a la gente a los ojos y le pregunté si podía fotografiarla, la respuesta fue en casi todos los casos positiva, amable, generosa.
Hay una luz especial, que no registra el exposímetro, pero que es evidente cuando una fotografía se toma después de establecer un vínculo, aunque sea fugaz, con la persona.
Al terminar el día recordé, una vez más, que la cuestión de los privilegios no es una cuestión de «policiarlos» o sólo visibilizarlos; volví a preguntarme qué alcance y efecto tiene usarlos para arrojar luz a las desigualdades o inequidades, a la precariedad o a la crueldad que entraña el mercado, ¿cómo podemos aprovechar nuestra situación en beneficio de los demás?
La mayoría de los fotógrafos gozamos de grandes privilegios, el simple hecho de tener tiempo y una cámara son dos de ellos; podemos usarlos en beneficio de nuestras comunidades o de la gente que ve nuestras imágenes: tan sólo la posibilidad de que nuestras capturas generen una reflexión o un movimiento que nos vincule al otro, con solidaridad, con empatía, es un buen inicio para cuestionar los discursos hegemónicos visuales.
El tianguis El Saldo es un espacio, de más de 16 kilómetros de recorrido, donde podemos ver otra cara del capitalismo, sin el maquillaje de la industria publicitaria o su aroma a nuevo; una cara en la que están marcados los gestos del esfuerzo cotidiano, de miles de personas, por sobrevivir.
Fotos: @baalzabut
ALBERTO NAVA (BAALZABUT)
Vudúcrata Cero
Expolitólogo, expsicoterapeuta corporal transpersonal, expublicista, exsanyasin. No supo lo que tenía hasta que le hizo acupuntura a distancia.